Corto dirigido por Lucrecia Martel. Una especie de western salteño filmado en el pueblito de Guachipas. La acción es muy concreta y si bien no alcanza la genialidad de sus largometrajes ya deja ver la enorme pasión volcada a sus relatos. Martel se apropia de ciertos códigos del género (las miradas de los personajes a un/a caminante, el duelo) pero con una re-localización que significa todo otro tipo de lucha, otro conflicto y, por supuesto, otro desenlace.
Hace 11 años
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